Mucha gente cree que los países desarrollados no tienen problemas con los parásitos, pero la Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 3 mil millones de personas en el mundo viven con parásitos, lo que representa casi la mitad de la población mundial.
Parasitosis. ¿Qué es?
Parasitosis es un término que combina todas las infecciones que, en última instancia, pueden provocar enfermedades causadas por varios parásitos, criaturas que viven a expensas de su huésped.

Las parasitosis se dividen en varios grupos, según el tipo de parásito:
- Protozoos (parásitos unicelulares).
- Gusanos (parásitos multicelulares).
- Artrópodos.
Además, se dividen en dos grupos en función de su ubicación. Si los parásitos están fuera del cuerpo humano, se llaman ectoparásitos, y si están dentro, endoparásitos.
Los parásitos pueden invadir cualquier sistema del cuerpo: sangre, pulmones, hígado, riñones, corazón, piel, riñones, útero e incluso el cerebro, provocando diversos síntomas.
Causas y vías de infección.
Hay muchas formas de infectarse con parásitos. Por ejemplo, consumir agua o alimentos contaminados, carne cruda o frutas y verduras sin lavar puede provocar una infección.
Además, es posible la transmisión de parásitos de persona a persona, lo que ocurre en el caso de los piojos cuando el cabello se toca o cuando una persona infectada se pone un sombrero.
Las relaciones sexuales también pueden provocar infecciones, especialmente el contacto anal. Por ejemplo, los nematodos permanecen cerca de la salida del intestino y ponen huevos allí.
Otros medios de transmisión pueden incluir mascotas, suelo contaminado o insectos que pueden transmitir parásitos, como pulgas, garrapatas y mosquitos.
Las larvas de algunos gusanos ingresan al torrente sanguíneo directamente a través de la piel, desde donde son transportadas a los pulmones, y luego a través del tracto respiratorio ingresan a la faringe y, finalmente, al tracto digestivo.

Síntomas de parasitosis
Entre los principales síntomas que aparecen al infectarse con parásitos se encuentran los siguientes:
- Alteraciones del sueño (insomnio, rechinar de dientes nocturnos, enuresis).
- Problemas de la piel (piel seca, picazón, eccema, erupciones cutáneas y acné).
- Mayor fatiga.
- Irritación en los intestinos (dolor abdominal, flatulencia, estreñimiento).
- Malestares estomacales (cólicos, intolerancia a determinados tipos de alimentos).
- Inflamación (artritis, dolor en músculos, brazos y piernas).
- Cambios incontrolados en el peso corporal.
- Desequilibrio mental (nerviosismo, estrés, depresión).
- Problemas con el órgano genitourinario (quistes, problemas de próstata, irregularidades menstruales).

En primer lugar, hay que entender que un parásito es un ser vivo que se alimenta de su huésped y, por tanto, su presencia en el organismo siempre está asociada a una falta de nutrientes y energía. Además, liberan productos metabólicos tóxicos que contaminan los intestinos y el hígado, debilitando así el sistema inmunológico.
Diagnóstico
Diagnosticar una infección parasitaria suele ser bastante difícil debido a síntomas inespecíficos, que pueden estar presentes en muchas otras enfermedades.
Los piojos se pueden detectar mediante inspección visual, ya que son visibles a simple vista. En otros casos, el análisis de heces se realiza en el laboratorio. Algunos tipos de parásitos se pueden detectar como anticuerpos en la sangre, como la tenia canina.
Tratamiento para la parasitosis
El tratamiento de enfermedades asociadas a parásitos se divide en varias etapas:
- Inicial, en el que el cuerpo se prepara para eliminar los parásitos.
- principal, durante el cual se utilizan diversos medios y medicamentos.
- Restaurativo, en el que se restablecen las funciones de los órganos y se normaliza el metabolismo en el cuerpo.
La limpieza de colon es el primer paso para deshacerse de los parásitos porque la limpieza de colon mejora todo el entorno intestinal. Por lo tanto, en el futuro diversos patógenos, bacterias y hongos ya no encontrarán un hábitat ideal en los intestinos.
Una limpieza intensiva de colon también elimina las capas viejas de moco, que es uno de los escondites más populares para los parásitos.
Cualquier medicamento debe ser recetado únicamente por el médico tratante, ya que los medicamentos destinados a tratar la parasitosis tienen un efecto tóxico y requieren uso en cantidades específicas.
Los fármacos utilizados en el tratamiento de la parasitosis difieren principalmente según el tipo de parásito.

Además de tomar los medicamentos recetados por el médico, también se recomienda utilizar medicamentos de origen natural, entre los que se encuentran las semillas de papaya (comer 5-6 semillas varias veces al día es suficiente), ajo fresco y semillas de calabaza. Por ejemplo, las semillas de calabaza contienen una sustancia especial que favorece la parálisis de los parásitos.
También existen métodos tradicionales para tratar la parasitosis. Por ejemplo, limpiar con jugo de arándano ayudará a eliminar los parásitos más protozoarios. Para hacer esto, tome 2 litros de agua, 40 gramos de jugo de arándano, agregue 20 gramos de sal y haga un enema 2 veces al día.
Para tratar la giardiasis, puedes hacer una tintura de flores de color lila vertiendo alcohol en las flores secas y dejándola durante una semana. Beber antes de las comidas.
Tomar infusión de cebolla ayudará con la ascariasis. Para ello, verter agua hirviendo sobre la cebolla picada y dejar reposar 10 horas. Tomar 100 ml al día, 4-5 días.
La corteza de granada, que se elabora con agua hirviendo y se consume antes de las comidas en una cantidad de 5 ml, ayudará a eliminar los helmintos.
Como terapia complementaria se deben evitar el azúcar y los alimentos muy procesados. Debe asegurarse de tener suficiente fibra en su dieta para promover una digestión saludable y una digestión rápida.
Prevención
Para prevenir la aparición de parásitos, se deben seguir las siguientes reglas:
- Lávese las manos antes de comer y después de ir al baño.
- Cuando trabaje con tierra o arena, asegúrese de usar guantes, ya que pueden contener huevos o quistes de parásitos.
- No permita que los niños lamen o besen animales que no hayan sido desparasitados.
- Todas las verduras y frutas frescas deben lavarse minuciosamente antes de consumirlas.
- No coma carne ni pescado crudos.
- Cuando camine por el bosque, use mangas largas, pantalones largos y botas.












